Un Vino, Un Momento

El vino posee una infinita riqueza cultural. Desde hace milenios forma parte de nuestras costumbres y hábitos. En Bodegas Vilaplana nos gusta pensar que existe una conexión entre el vino y la vida: a mayor experiencia, mayor poso, y por lo tanto mayor sabor añejo.

Para nosotros resulta todo un placer, y a día de hoy, ya sea por sus inagotables cualidades, o por sus esencias telúricas, creemos que el vino vive un momento de apogeo, como se suele decir, días de vino y rosas.

Y es que el vino está presente en nuestros instantes más importantes y personales. Marida con cualquier circunstancia. Cuando estamos a solas y tranquilos, o en momentos de reuniones, mientras compartimos mesa y mantel. El vino lubrica nuestro discurso, y hasta permite que la tertulia sea memorable.

Pero por encima de todo, el vino es una experiencia sensorial. Su sabor, aroma y color tienen un poso telúrico. Una gota de un vino de buena añada nos traslada directamente a la tierra donde antes ha sido cultivado. Detrás de cada pequeño sorbo siempre hay un conocimiento enciclopédico, un buqué milenario.

Nuestra Selección

En Bodegas Vilaplana tenemos vinos de distintos tipos de uva. Está nuestro vino blanco “Diez días de Marzo”, elaborado con las variedades macabeo, jaén blanca y moscatel de grano menudo. Es un vino joven, de color amarillo pálido y brillante, con aromas cítricos y de frutos tropicales. En boca presenta un sabor sabroso, sedoso, fresco y vivo.

También tenemos nuestros tintos, “Zimbra” (Joven) y “Paraje de Mincal” (Reserva). El primero está elaborado con garnacha y tempranillo, y posee un color rojo granate, aromas de frutos rojos con fondos ligeramente terrosos y un sabor agradable, sabroso y con el frescor que le aporta la garnacha. Por su parte, “Paraje de Mincal” procede de la variedad monovarietal del tempranillo. Posee una presencia intensa, con buena capa, reflejos granates y púrpuras. Un buqué con reminiscencias a frutas rojas maduras, fondo mineral, con un leve toque de maderas nobles, todo ello bien integrado. Su sabor es intenso, consistente y largo, bien estructurado, agradable y redondo.

Y para quien le guste el rosado, “Dos flamencos”, 70 por cien garnacha y 30 por cien tempranillo. De color rosa pálido con tonos anaranjados y brillante. Una elección excelente para maridar con todo tipo de pescados y mariscos, o cocina japonesa.

Puedes elegir el que más te guste en nuestra tienda online.