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Las bodegas del sur de España representan una tradición vinícola centenaria marcada por el sol, el clima mediterráneo y la riqueza de sus suelos. En la provincia de Granada, esta herencia se combina con la singularidad de un territorio que va desde las cumbres de Sierra Nevada hasta las llanuras bañadas por el Mediterráneo. Su diversidad climática y geográfica ha dado lugar a vinos únicos, que reflejan tanto la historia como la innovación de una tierra en constante evolución. Hoy, las bodegas granadinas se consolidan como referentes de calidad, fusionando técnicas tradicionales con una visión moderna que sitúa a la región en el mapa vinícola internacional
Nuestra sección comienza en el corazón del Altiplano granadino, donde la tradición vinícola se remonta a tiempos romanos y moriscos, nace Bodegas Vilaplana. Esta bodega apuesta por un modelo de producción sostenible, trabajan la viña de forma natural y elaboran los vinos con mínima intervención. Sus métodos artesanales y el cuidado en cada etapa del proceso hacen que obtengan vinos con personalidad propia.
En esta entrevista hablamos con Luis Vilaplana, CEO de Bodegas Vilaplana, para conocer de cerca la historia del proyecto, los vinos más representativos y el equilibrio que han logrado entre tradición, innovación y sostenibilidad. Además, nos ofrece una reflexión crítica sobre los retos administrativos que enfrentan muchas pequeñas bodegas en la actualidad.
¿Podría contarnos la historia y los orígenes de la bodega?
Bodegas Vilaplana somos un negocio familiar. Nuestra bodega está situada al norte de la provincia de Granada, conocida como el Altiplano, concretamente en el término municipal de Caniles.
Esta zona es reconocida por ser terreno de cultivo de la viña desde la época romana. En Caniles está documentado entre 1507 y hasta 1570 que fueron los moriscos quienes plantaron mucha viña en la zona. A partir de este año, con la expulsión de los moriscos y la llegada de la repoblación, se empezó a elaborar el ‘vino del país’ que se elabora con la variedad Jaén Blanca y es el vino tradicional del altiplano.
¿Qué tipos de vinos ofrecen? ¿Cuáles son los más demandados en la actualidad?
Nosotros trabajamos la viña de forma natural y elaboramos los vinos con muy poca intervención. Es decir, obtenemos el vino de mosto de uva fermentada sin añadidos.
Y esto es por distintos motivos: situación geográfica, clima, altitud, el tipo de suelo. Gracias a todo estos factores y nuestra forma de trabajar, es lo que conseguimos una uva de gran calidad y muy equilibrada.
Elaboramos un vino blanco que se llama ‘Diez días de Marzo’ con las variedades Jaén blanca (uva local) y Macabeo. Se trata de un vino muy aromático, elegante en aromas, sedoso y sabroso.
También un vino rosado ‘Dos Flamencos’, cuyas características son los aromas golosos en nariz y fresco en boca. Está muy bueno.
Por último, un vino tinto, «Paraje del Mincal», que está elaborado con uva tempranillo y tiene una crianza de 12 meses en barrica y 30 meses en botella. Es un gran tinto reconocido en el mercado.
Actualmente, la gente joven tiende más a vinos con graduaciones alcohólicas más moderadas, fluidos, frescos y agradables. Podríamos decir que son de los más demandados.
En 2024, sacamos al mercado la primera añada del vino tinto «Zimbra», que es un vino de estas características.
¿En qué mercados están presentes los vinos de BODEGAS VILAPLANA?
Contamos con presencia en mercados tanto nacionales como internacionales. Nuestros clientes están en Granada, Andalucía, otras zonas de España, Alemania, Suiza, Francia y Bélgica.
¿Cómo se aplica la tecnología en BODEGAS VILAPLANA?
Nosotros compaginamos la tradición con la innovación. Estamos orientados a la calidad, no a la cantidad, y muchos trabajos que realizamos en la viña y en la bodega son manuales. Eso sí, estamos muy atentos a cualquier nueva solución tecnológica que salga al mercado, siempre que sea sostenible.
¿Quiere destacar alguna otra cosa?
Pues sí, dejar constancia de la cantidad de burocracia, controles, inspecciones, solicitud de todo tipo de datos que nos exigen y que cada día se van incrementando.
Nosotros (igual que otros muchos vinicultores) debemos trabajar la viña y elaborar vino como actividad principal. No estar delante del ordenador respondiendo a cada vez más preguntas, cuestionarios, estadísticas, etc.
Las nuevas tecnologías deberían facilitar los trabajos de las pequeñas empresas, no que cada administración pública, entidad bancaria, etc. nos trasladen más trabajos administrativos.
Además, es sencillo contactar con ellos y concertar una visita si así lo desean.